
Hoy nos hemos quitado un gran peso de encima, al fin hemos terminado la lista de canciones para la iglesia. Mañana se las llevaremos al sacerdote, a ver si le parece bien (son temas de bandas sonoras, la mayoría instrumentales, ya que queríamos innovar un poco y evitar temas clásicos). Con cada una se nos pone la piel de gallina y, por la experiencia de lo que llevamos de preparativos, eso es señal de que es lo ideal.
Ya tengo organizadas mis mesas del restaurante, que tampoco es que haya sudado mucho teniendo sólo 31 invitados de mi parte... Ahora le toca a él, y eso ya será un poco más complicado, porque tiene unos 170 invitados. A ver si este finde podemos avanzar con el tema, ya que bajamos a Castellón (él es de un pueblo de allí y le quise hacer el "regalo" de casarnos allí, dado que él lo dejó todo por venir conmigo a Barcelona) y, si no hay ningún imprevisto, será la última vez que iremos antes de la boda.
Nos espera un finde movidito pero, lo dicho, hay que disfrutarlo!
Un abrazo a todas!