Autor: MT » dc. nov. 28, 2007 4:15 pm
El 6º día fuimos a Ushuaia, el avión se retrasó media hora que nos pareció mucho pero después vimos que no.
Allí nos alojábamos en los Acebos, en lo alto de la montaña. He de decir que a Ushuaia fuimos por que tenía un significado especial para Pedro y para mí, ya que era el fín del mundo y cuando empezamos juntos y no teníamos ni para pipas siempre le preguntaba “a donde vamos?” y el me respondía “al fín del mundo”, se que es una tontería pero a nosotros nos hacía ilusión.
Me dio la sensación de que era más grande que Calafate, no se era una sensación rara, lo vi como una ciudad-pueblo muy desordenada, en la que el centro neurálgico era la antigua prisión y todo tenía relación con ella.
Al llegar al hotel pedimos que nos reservasen para esa noche en Tía Elvira y medio organizamos las cosas, nos quedamos dormidos y cuando nos dimos cuenta se nos había pasado la hora de comer y de todo.
Aprovechamos la tarde para ver el pueblo, hicimos un City tour en un autobús inglés del año de Maricastaña (costó 25 pesos por persona) y vimos cosas que si te quedas en el pueblo pues no sabes que están. Allí nos encontramos con una pareja de valencianos supermaja que había ido con nosotros en el avión y estuvimos con ellos hasta que entramos en la prisión.
De allí fuimos al museo de la prisión (30 pesos por persona), no está mal, impresiona sobretodo la zona que se mantiene como era al principio…y allí empezó a nevar.
Fue una sensación superbonita.
Como la prisión la cerraban fuimos corriendo a refugiarnos algún sitio donde poder tomar al calentito y acabamos a las 20h de la tarde tomándome yo un café y pedro un chocolate con baillis y haciendo tiempo para ir a Tía Elvira.
Cuando fuimos parecía que ya había parado de nevar, entramos y cual fue nuestra sorpresa al ver que era una casa convertida en restaurante, allí probamos la centolla y la sopa de marisco y de postre me pedí una crepe (especialidad de la casa, tiene un nombre concreto pero no me acuerdo) que estaba buenísima. Durante la cena había empezado a nevar y la gente se echó a reir cuando se me ocurrió comentar que era como navidad, comiendo marisco y nevando..así conocimos a una pareja de Barcelona muy maja con la que cambiamos direcciones de interés de un sitio y otro ya que ellos hacían el viaje a la inversa que nosotros.
Hotel los Acebos: Es uno de los tres hoteles que está en la montaña, es un cuatro estrellas que no está mal. Las vistas desde la habitación era buenas, pero las camas eran separadas (TODAS las camas del hotel son de 1.35 máximo, así que o tienes dos de 1.35 separadas o una de 1.35 para los dos en este último caso la habitación al ser de solo de una cama es más pequeña también). Tienes Internet gratis. Pero a mi este hotel no me acabó de gustar. El buffet del desayuno era escaso y no de gran calidad. He de decir a su favor que en este al ser luna de miel nos regaló una botella de cava , cosa que los otros no. Pero yo hubiera cambiado esa botella por un poco más de todo (quizá es que después del Imago lo veía poca cosa..no se). Lo bueno que tenía era que también tenía transporte al pueblo, pero era solo un par de horas al día. Así que te salía más a cuenta coger un taxi (8-10 pesos) e ir y venir cuando te apetecía.
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