Autor: Ayanami » dj. març 26, 2009 9:16 am
El día 21 de Marzo, había quedado con mi amiga Marta de Tortosa, que vendría por la mañana a casa, comeríamos juntas, y así ya estaría aquí preparada para la despedida, que se comenzaría esa tarde, aunque yo no sabia la hora.
Al final también se apuntó a comer otra amiga de Tarrasa que no podía venir a la despedida (Helena)
En fin, la mañana del sábado 21 me levanté, muy tranquila, sin pensar en la tarde… no tenia tiempo porque había quedado en ir con mi madre a la tienda a que se probara nuevamente su vestido, porque des de que lo escogió hace casi un par de meses no se lo había probado y tenían que arreglarlo.
Total, que llegamos a “novias Roma” de Mollet, sobre las 11:30h. Y lo que tenia que ser una prueba rápida se convirtió en un par de horas!!!
Total, que mi madre se mete en el probador, se pone su vestido, se mira al espejo y …..
Horror!!! Que cara de depresión?? Su cara lo decía todo, el vestido no le gustaba!!!! ¿Cómo podía ser? Si es el mismo, no lo habían tocado?? En fin, que la mujer no se veía con el color plata… De todas maneras la modista le cogió el bajo y diferentes arreglos, y mi madre seguía diciendo que no le gustaba…
Al final le digo a la chica, que no nos lo vamos ha quedar, que si no esta convencida, pues NO. Que a ver si buscaba otro vestido o algo.
Total que salio la dueña, y nos empezó a sermonear, que ella había tenido el vestido guardado, que ha podido perder una venta, que si no estaba segura para que se lo ha quedado, que eso no se puede hacer…
Y mi respuesta fue muy clara. Usted tiene razón, pero yo no me llevo un vestido que a mi madre no le convenza. El día de mi boda tiene que llevar un vestido que le guste, y por supuesto le pedía disculpas y que nos comprendiera.
Después de un rato, llegamos al acuerdo de buscar otro vestido y olvidarnos del tema. Hay que decir que la chica después fue muy amable, y solo tengo palabras buenas para describir su actitud.
Al final, se probó unos cuantos y eligió uno, con el que su cara ya era de felicidad. Aunque tuvieron que pedir su talla, y incluso un par de colores para que pudiera escoger mejor.
A todo esto, ya eran las 12:40h y mi amiga me llamaba desde la estación que ya había llegado y yo que no me iba de la tienda hasta que escogiéramos uno… Pobre, con mis indicaciones la hice venir caminando hasta la tienda (llegó sin mucho problema). La otra amiga, estaba esperando el tren en Barcelona, había perdido el otro y hasta las 13:41h, no llegó a Mollet.
Nos fue genial, porque ha esa hora fue cuando acabamos del vestido. ¡ Menuda mañanita!
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